La cosa pintaba así. Salir de Marbella con buena hora, tomar rumbo a Sevilla para pillar la burra y salir de día con Sensu de Jartibles dirección Galaroza para pasar el finde tranquilito.
La cosa pintó así. El Jueves día del patrón así que papa, el viernes currando con los ojos como dos puñalás a una goma de borrar, salir del curro una hora más tarde de lo normal, llegar a Sevilla oscureciendo y salir rumbo a Galaroza de noche y con más frío que en la comunión de Pingu. ¿Finde tranquilito?. Permítanme que lo dude...
Lo del frío no solo fue en el viaje, al llegar al pueblo apareció el Yeti pidiendo frenadol. Menos mal que montamos pronto (kiyo cómprate una quechua de las que se montan solas!) y nos fuimos a tomar cervezas y comer algo. No había mucha gente al principio pero se fue llenando poco a poco hasta ponerse bastante bien. Ya estaban los sampedreños birra en mano. ¡Qué raro!. Aparecieron Chema y Raul de Huelva a lomos de sus motos de plástico jejejeje. Peasso de papa, aquello prometía. Incluso me tome la licencia de meter la burra debajo de la carpa y enmudecer al dj y ensordecer a los asistentes.
El sábado teníamos los ojos de Satán pero dio tiempo a comprar algo de papeo y bajar de nuevo pues algunos Jartibles habían llegado y la cerveza se nos iba a calentar. Cayeron kilos y kilos de castañas, litros y litros de cerveza. A mediodía se fueron los Jartibles no sin antes dejarnos a Sauron para que lo cuidáramos y haber visto a Duvi-Coyote birreando en el pueblo.
A las dos horas estabamos fumando en cachimba, cubata en mano y dos tuppers de pasta que nos sentó más bien que tó las cosas jajajajajajajaja. Fiesta y más fiesta. Las tiendas de campaña volaban (literalmente). Por enésima vez fui el más suertudo del mundo pues perder el móvil de noche, en zona de acampada de una concentración es mortal. Pero más mortal es encontrarlo y debajo de una tienda de campaña.
Momentazo de la noche el señor Sensu y servidor subidos al escenario haciendo el carajote junto al Dj y las cuarenta copas por barba hasta que mi cartera petó. Aun asi las copas seguian cayendo incluso mientras me dio por repartir castañas de una canasta que habia en la nave. Todo el mundo las cogia gustosas hasta que se daban cuenta que estaban podridas.
A dormir rozando el alba no sin antes haberle amargado la noche al señor Coyote pues, mientras dormia en una riñonera, me dio por darle pataditas e intentar echarmela al hombro con el dentro. Lo siento tio, pero es el precio que hay que pagar por facilitar un buen piropo. Tu ya me entiendes.
Despertar doloroso y una vuelta un tanto accidentada pero nada que no podamos superar. Galaroza es una de mis concentras favoritas donde, sin duda, me volverán a sufrir el año que viene.
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