Todo pintaba bien. El viernes por la tarde había quedado en la rotonda del Alamillo con Ruben, Sensu y Solís. Serían más de las ocho pero el astro rey seguía dando candela como el que más. Una vez reunidos partimos raudos a recoger a Juaky y Beiby en Alcalá de Guadaíra para tirar millas dirección El Saucejo. Los Jartibles fuertes son y en una cita como esta servidor no podía faltar.
Al llegar todo como de costumbre, se intuía buena organización y el buen rollo directamente podía mascarse. Cervecita de bienvenida junto a mi buen amigo Capi de La Campana a quien había invitado hace bastante tiempo para que pudiera correrse una buena juerga motera con peña de calidad. Tras el ritual de descargar y montar empezamos a engullir birra como sólo nosotros sabemos hacerlo junto con unas chuletitas y demás historias que los amigos de El Saucejo estaban preparando en pedazo de parrillada. Por allí andaban los Porsifo y entre ellos el señor Coyote, auténtico donde los haya, con quien pasé buena parte de la concentra. También M-Dos, El Myzil, Cherokees, algunos de Forajidos, Devil´s Sons y demás peña de distinta partes de España.
Pero algo iba mal. La cerveza caía pero notaba que no entraba como de costumbre. Mal asunto.
Dimos unas vueltas por el recinto, saludamos a la peña que iba llegando y nos dejamos la pasta en los diferentes puestos que por allí había. Acto seguido nos metimos en la carpa donde actuaron un par de grupos bastante molones aunque, para molón, el guitarrista del segundo grupo (no recuerdo el nombre, perdón) que se dejó la pelleja con la guitarrita. Vaya el nota, se tiró del escenario tocando y luego empezó a vacilar a base de bien desde lo alto de la barra. ¡Un crack el tío!. Pero la cosa no iba bien, una copita para cambiar de tercio pero ná de ná.
La verdad que nos pusimos de caldo bastante bien así que Capi y yo decidimos irnos a sobar ya que el resto andaba alterado etílicamente. Capi creo que también porque lleva 28 años sin fumar y se fumó un winstoncito así que muy sobrio no iría el tio.
A la mañana siguiente el lorenzo incidía directamente en mi tienda, mi cuerpo andaba mal así que decidí irme a regurgitar cual mochuelo pero, para mi sorpresa y por primera vez en mi vida, me dio tal bajona que los chavales de la Cruz Roja tuvieron que atenderme y Colobona de Porsifo recogerme del suelo. Nada serio pero lo suficiente como para quedarme todo el día en plan vegetal y tumbado bajo una sombra con un chichón en la cabeza. También Black del SCC se pasó por allí con dos colegas y no pude tomarme con el ni una puta birra. Ahí acabó prácticamente mi concentra y para mi socio Capi que volvió a su pueblo. En esas que está uno delirando apareció Pinotxo tal y como amenazaba semanas atrás pero pudo comprobar en persona como el rumor de mi inmortalidad es solo eso, un rumor. ¡Ya nos desquitaremos en Faro!
Por la noche y tras una buena dosis de Ibuprofeno salí al pueblo con Coyote y familia a cenar pero al llegar de nuevo a la concentra me entró tal tiritera y castañeo dental que no tuve más remedio que irme a sobar. Esa misma tarde habían aparecido Javi LR, Apache y Diego de la vieja guardia Jartible. Una lástima, yo no valía un pavo y me consta que el fiestorro fue brutal.
De madrugada un par de vueltas al fresquito y a fumar pero de nuevo al sobe porque al dia siguiente habia que irse. El domingo al despertarnos desmontamos y cargamos todo. Apareció Patxi del Shadow para tomar unas cervecitas con nosotros (si, yo también). Almorzamos lo que nos pusieron y nos piramos a Sevilla con la calufa más grande jamás creada pero con el buen sabor de boca que deja una concentra en condiciones.
Mi sabor de boca era distinto, sabía a medicamentos...
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