Venta Pazo, 11:45 ¿He llegado antes de tiempo?. A lo mejor será que uno va madurando poco a poco porque, y es cierto, he llegado no a mi hora, si no antes de tiempo. En cinco minutos van apareciendo Solís con la parienta, Juaky con Beiby y Sensu. Un botellín fresquito y rumbo al fiestón.
Después de tantos años freebikerando uno se empieza a juntar y conocer peña y grupos moteros. De todos los que conozco, sin duda, la gente de N-431 (loh jéneh) está entre mis favoritos. Desde que los conocí nunca me ha faltado una buena birra en la mano o un abrazo rompehuesos de su vicepresidente, Bruggals. Celebran su cuarto cumple así que, como no podría ser de otra forma, allí que íbamos a cumplir y a tajarnos juntos.
Cuando entramos en Huelva-York nos esperaba Ferry para guiarnos y acompañarnos a Alajaraque pues allí ya estaban friendo papas y eso no se puede perdonar. Yo me desvié un poco para sacar pasta (que siii que cualquiera lo hubiera hecho en su barrio pero servidor es así y punto) y llegué directamente al local si bien mis acompañantes estaban esperándome en la casa del terror,,,eeeh,,, ups, la pensión donde nos alojábamos.
Después de quitarme de en medio, llegar tarde a la pensión, hacer esperar al grupo porque se me olvidó el casco y bla, bla, bla... aparecimos en el deseado local. Saludos y más saludos, fotos y más fotos. Y cerveza... ¡Oh, preciado licor que mi vista nublas y en mi hígado te enquistas!. No creo recordar una peshá mas grande de birra. Siempre la jarra llena y bien fría, no me pueden tratar mejor ya. Buena parte de El Myzil, Caballos de Acero, Forajidos, Proscritos, algunos de Los Záguilas, algún parche de Burracos, una peña portuguesa con los que me llevé medio día parlando y muuucha peña más. Seguro que me olvido de alguien pero es sin mala intención.
Tras ponernos de pollo al ajillo y tomate aliñado hasta las orejas saltó un grupo de toque flamenco a amenizar y luego una señorita bastante calurosa. Eso supongo porque en dos minutos estaba en bolas. Lo que son las cosas ¿no?.
Y más copas, y más risas. Ver una chopper que te mola e inocentemente subirte para hacerte una foto no es buena idea (de la que me libré jeje). Pero si, acto seguido, decides mearla en una maceta cercana que, resulta ser de una tienda que, casualmente estaba abierta y que tu amigo a dos metros llama a la dueña para que te eche la bulla es una putada. Ahí fue cuando me pedí un agua mineral y a aguantar el tirón.
El resto de la tarde-noche más de lo mismo. Una peña del carajo y mil risas e historias que contar. Tras una breve pausa para una ducha rápida para despejarme decidí volver al meollo. Y la cosa seguía igual. Y más birra y más copas y más yo que sé.
En definitiva, un monton de peña nueva conocida y un fiestón muy guapo. Es el segundo fiestorro que vivo con los N-431 pero uno se siente como en family y eso, señores, no tiene precio.
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